sábado, 7 de noviembre de 2009

Quito la funda con ansiedad, de su guitarra olvidada, descansaban sus cuerdas esperando, callando sin razón sus ganas de darle al aire esa canción.
Olvidó, recordó más bien como olvidar, las notas, los acordes, como si la vida no le hubiese dejado soñar.
Sonrió, cerro los ojos, suspiro, acaricio ligeramente a la guitarra y le hablo.
Colgó su vida un instante y mejor que nunca antes, como si fuera esa la primera vez toco, parecía transportarse, las manos solas se entrenaban, y con la mirada al frente, la sonrisa ancha, le cantó mirándola con pura admiración.
El silencio y él amigos los dos, dejaban fluir la miel que en ese momento era su voz. Pensó por un instante que estaba regalando una canción, que alguna vez había escrito al verdadero amor…que feliz estaba!! Como fue posible? olvidar su piano, su guitarra, la poesía y su magia. De repente no entendía nada, nada más que la explosión del corazón.
Cayo la última nota, a la guitarra abrazo, con las lágrimas apretadas y la mirada siempre al frente, buscando esos ojos dijo gracias! , debo ser sincero ya no tocaba la guitarra, y hoy tuve ganas de nuevo, reviviste mis sentidos, de veras te lo agradezco.

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