Paso a paso, en la extensa fila de
almas
protegidas todas por el sol quieto
en el celeste inmenso...
invierno.
En las manos, una flor, cada tres
en otras...
cartas de agradecimientos
pasos serenos, pasos sinceros...
almas vestidas de esperanza al vuelo
de los cielos los milagros
de tus brazos, el amor materno
Desde lejos o tan cerca
minutos, horas, tiempo...
almas que cruzan fronteras
ajenas, propias,
en lo incierto
de temor, o de espera
apaciguadas...
detienen los relojes y rezan
Un paso, dos y tres, me esperas!
cercana siempre tu presencia
te veo ... oh! dulce mujer
nada se de ti más que tu luz
me llamas, lo sé...
siento ahora mi corazón bordado
de tus hilos.
Te miré sin cuerpo,
rodaba la sal...
al mirarte, una , y mil lágrimas
alma despojada que te contempla!
cristalina y abocada a ese único
instante
mis silencios gritando, perdon!
lidiando con sus martirios el cuerpo
y mis manos... solas
elevándose a lo desconocido
habitas en mi, me empapas, me abrazas
lates en mi, renazco...en tus manos
caricias que calman
vuelvo a casa, las horas no han sido
charco
no te conozco, aun así te siento
Oh! dulce mujer Yo Te Amo
brillando la luz de mañanas nuevas
que no saben de leyendas...
más tu amor, alcanza.
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